El 19 de mayo, tuvimos como punto de encuentro el seminario organizado por AQFU: Marco Normativo para abordaje de temas relacionados a la seguridad del paciente; Los errores de medicamentos. Este evento nos permitió conocer de primera mano el marco normativo actual, la forma de trabajo en otros países y ver qué nos queda por desarrollar para tener una cultura de seguridad. La cultura de la seguridad se basa en un régimen no punitivo donde se propicia el reporte de los eventos, su análisis y la mejora, para evitar y prevenir errores.
El encuentro se enmarcó en el tercer reto mundial planteado por la OMS de disminuir en un período de 5 años (2017-2022) a la mitad los errores de medicamentos, bajo el lema Medicación sin daño. El objetivo de este desafío mundial es subsanar las deficiencias en los sistemas de salud que llevan a errores de medicación. La OMS plantea y fundamenta esta necesidad mencionando el ejemplo de EEUU, donde los errores de medicación provocan al menos una muerte diaria y daños en aproximadamente 1,3 millones de personas al año. Se estima que el impacto del costo asociado a estos errores de medicación llega a ser el 1% del gasto sanitario mundial.
Los avances y los abordajes son diferentes y han tenido un desarrollo distinto en los países de la región. Pudimos acceder de primera mano a la experiencia de Colombia, Chile y Brasil, así como conocer el marco normativo italiano que es una referencia muy importante a tener en cuenta al momento de desarrollar una cultura de seguridad.
Leticia Aguiar (UY) realizó un análisis detallado de la normativa vigente en materia de seguridad del paciente, poniendo foco en la normativa relevante en torno a farmacovigilancia, así como las Comisiones de Seguridad de Pacientes y Prevención de error de medicación. Compartió información relevada en consulta pública sobre los errores de medicación más usuales en estos últimos años, analizando la reglamentación de algunos puntos importantes para prevenirlos: prescripción y dispensación, entre otros.
De la mano del vicepresidente de la Federación Internacional de Farmacias, Carlos Lacava, tomamos contacto con el trabajo que la organización viene desarrollando en los temas de seguridad del paciente y en las reglas y métodos de trabajo que llevan a generar una cultura de seguridad para el paciente y para los trabajadores, en particular químicos farmacéuticos y funcionarios de farmacia.
Cassio Maia (BR) entiende que es necesario cambiar los procesos de uso de la medicación, especialmente en los ambientes de alto riesgo, en la polifarmacia y durante las transiciones de la atención. El Programa Nacional de Seguridad del Paciente regula aspectos de la seguridad del paciente como la implantación de los Centros de Seguridad del Paciente, la notificación obligatoria de los eventos adversos y la elaboración del Plan de Seguridad del Paciente. Para Maia, la segunda víctima es el profesional de la salud que, involucrado en un evento adverso, un error en la presentación del cuidado y/o lesión al paciente, se torna una víctima ya que puede estar traumatizada/sensibilizada por el evento sucedido.
Para Stephan Jarpa (CHI) la clave para asegurar una correcta medicación y sin errores es la comunicación entre los profesionales del equipo. La ergonomía y los factores humanos llegaron a los centros hospitalarios para quedarse y asegurar la correcta medicación. Cada hospital debe protocolizar su prevención de errores de medicación. La farmacovigilancia es un componente que nunca deben faltar en un centro asistencial, así aseguramos más aún la medicación correcta y sin daño.
Los doctores Marcelo Barbato y Mario Godino compartieron la experiencia italiana, haciendo foco en la seguridad del paciente como derecho, con una visión de la seguridad desde los profesionales y desde los ciudadanos. Entienden clave la protección de datos, la transparencia de resultados, garantías de mitigación para pacientes y de seguros de mala praxis y malos resultados para segundas y terceras víctimas.
Para Godino y Barbato, la seguridad del paciente debe de estar en la agenda de los tomadores de decisiones, para poder así trabajar en una cultura de seguridad.
Hugo Rodríguez (UY) presentó problemas médico-legales relacionados con el uso de medicamentos a partir de la presentación y análisis de casos. Aborda la prevención primaria y gestión de riesgo vinculada a la indicación y prescripción de productos químicos, a partir de un caso de daños provocados por ácido acético, destacando el tamaño de nuestro país como ventaja para acceder a datos de calidad y hacer seguimiento uno a uno. Problematizó sobre la aplicación del deber de informar y de obtener el consentimiento informado para la indicación de medicamentos, a partir del análisis de reacciones adversas graves cutáneas. Presentó el manejo del error médico por medicamentos ante el paciente y su familia, a partir de un caso de evento adverso catastrófico por isoapariencia. A su vez, agregó que se debe aprovechar el Sistema Nacional Integrado de Salud como herramienta para estimular una política de seguridad del paciente a través de metas asistenciales.
La Lic. María del Rocío González García (DECASEPA) comentó que el Ministerio de Salud Pública tiene las puertas abiertas para generar momentos de encuentro para el intercambio de experiencias relacionadas con seguridad del paciente. La Dra. Cecilia Maldonado Corbo (Facultad de Química) anunció que la institución tiene como norte la seguridad del paciente, de hecho, el nuevo plan de estudios de la carrera de Químico Farmacéutico tendrá más énfasis en Atención Farmacéutica.
El Dr. Juan Pablo García (Universidad CLAEH) comentó que se debe empoderar al paciente en su tratamiento, debiendo ser éste accesible y asequible.
La Dra. Juana Hughes recordó que la farmacovigilancia se refiere a los efectos adversos del principio activo. Por otro lado, la producción de efectos adversos vinculados a errores de administración, son prevenibles.
Hemos sentado las bases para continuar el desarrollo de la cultura de la seguridad en el ámbito farmacológico, capitalizaremos la experiencia regional y avanzaremos en Medicación sin daño. Tanto el equipo de salud como las instituciones y el gobierno deben aggiornarse a la tendencia en los cambios en la cultura de seguridad y promover la evaluación continua de riesgos para optimizar los resultados en seguridad del paciente.
Agradeceremos a los expertos que han compartido su experiencia, propiciando la reflexión colectiva.
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